A menos de un mes de viajar a China, Esteban Batista tuvo la gentileza de sentarse un ratito a conversar de todo un poco. Su formación como jugador de básquetbol, sus inicios, sus pasajes por las mejores ligas del mundo, la selección uruguaya y algo del futbolista que siempre quiso ser.
En las instalaciones del renovado Mercado Agrícola de Montevideo (MAM), capuchino mediante, la charla con el basquetbolista uruguayo más destacado de los últimos tiempos, transcurrió de manera amena y distendida.
Dada la cercanía con el Montevideo Basketball Club, algunos juveniles del conjunto situado en la calle Porongos, que estaban dando vueltas por el MAM, se acercaron curiosos al ver a Batista e hicieron compañía por un rato mientras se hacía la entrevista.
Quien hoy por hoy es referente nacional en este deporte, también nos habló de quienes lo impulsaron a ser el gran jugador que es en la actualidad, la preocupación que tiene al ver que no aparecen nuevas promesas para dar recambio a los que están ahora y su opinión ante todas las críticas a las cuales fue sometido.
Sos el basquetbolista uruguayo más reconocido en la actualidad. ¿Por qué aceptaste ser entrevistado por alguien que recién se esta iniciando en esta profesión?
“En el momento que a uno le piden para hacer una nota, trato de no diferenciar. A mí no me cambia si recién son tus inicios o si llevas 20 años trabajando. Uno siempre busca cumplir con todo el mundo en medida del tiempo que también se tenga”
Si volvemos en el tiempo al momento en donde un hombre vinculado a Welcome te propuso en el ómnibus si no querías jugar al básquetbol. ¿Te imaginabas una carrera tan exitosa?
“No, para nada. Cuando todo eso pasó, que comencé a jugar al básquet, jamás se me cruzó por la cabeza hacer una carrera dentro de este ámbito. Arranque a jugar porque me echaron en el fútbol y fue más que nada por seguir haciendo un poco de deporte con mis amigos y tratar de pasar tiempo con ellos. Fue totalmente casual, sin buscarlo y gracias a Dios vino todo lo que vino después”
¿Costó mucho aprender a jugar al básquet sin una formación completa?
“Sí bastante, agarré el último año como cadete y obviamente que el hecho de no saber ni siquiera las reglas enlenteció un poco el aprendizaje. Traté de suplir esa falta de técnica y conocimiento con ganas e ilusión para poder sobreponerme a muchas cosas que iban apareciendo. Muchas veces me sentí bastante ridículo por el tema de la altura, por no poder coordinar mis movimientos, pero por suerte siempre tuve entrenadores que me estaban encima y no dejaron que pierda el enfoque en el básquet”
¿Cuán importante fue y es, Oscar Moglia en tu carrera?
“Osky es un amigo, en mis comienzos siempre trató de apoyarme y guiarme en mi carrera deportiva. En todo este tiempo se ha formado una gran amistad que creo que es lo mejor y los más lindo que ha quedado”
¿Quién fue tu referente en tus inicios? ¿Por qué?
“Como buen pobre cualquier monedita servía. Cualquier jugador que estuviese jugando en primera para mi era algo inalcanzable. Al momento que debuté con la mayor tuve la suerte de estar con Hebert “Fonsi” Núñez y Oscar Moglia que por más que no jugaban en mi posición eran los más atentos en transmitirme algún conocimiento, aconsejarme. Darme importancia para que uno se sienta arropado, eran con los que tenía mas relacionamiento y traté de prestarles mucha atención”
¿Qué tipo de básquetbol es el que más se adecúa a tu juego? ¿Y cuál es el que más te complica?
“Si hoy por hoy tengo que contestar te diría que la NBA es lo más complicado. Es muy físico, muy ágil y muy volátil. Creo que en Europa es donde me siento más cómodo por el tipo de juego, sobre todo en España. La liga española me encanta. Es muy ágil también pero tiene mucho orden táctico y la velocidad con la que se juega es adecuada para mí”
¿Cómo te adaptaste a los diferentes lugares del mundo en donde te ha tocado jugar? ¿Cuál fue el más complicado? Dentro y fuera de la cancha
“Gracias a Dios no fueron muchos los lugares en donde me costó adaptarme. Tal vez el primer año en Turquía fue complicado debido al cambio radical de cultura. Una vez que fui a Rusia estuve dos semanas y me tuve que ir porque la verdad no aguanté, pero en general he sabido sobrellevar el tema de estar en varios lugares distintos y bastante lindos”
¿Cómo se vive un clásico en el básquetbol griego? ¿Y en el turco?
“Totalmente diferente, fue una experiencia tremenda. Haber podido vivir esa fiesta fue algo increíble, son muy pasionales y creo que en pocos lugares he visto tanta pasión y menos en Europa. En Turquía no es tan extremo como en Grecia, pero Fenerbache – Galatasaray es lindo clásico también”
¿Cuál es la anécdota mas divertida que tenés del básquetbol? ¿Y alguna fea o mala?
“Anécdotas divertidas han pasado muchísimas, podría escribir un libro. Recuerdo una vez que jugando en Macabi Tel Aviv conocí una modelo muy linda y se me ocurrió hacer un comentario poco apropiado estando su hermano al lado. Y las cosas malas no las tomo de esa manera, son cosas no tan buenas que te ayudan a ser más fuerte. Estar lejos de tu familia, de tu país, pasar las fiestas solo, estar en un lugar que no hablan tu idioma. Son experiencias de vida que todos el mundo las tiene. En mi caso son gajes del oficio”
Sos idolatrado por la afición del Fuenlabrada español. ¿A qué se debe tanto afecto?
“En el Fuenlabrada se dio una química muy especial, tanto con los hinchas como también con la gente del club, son un equipo muy familiar. Ellos valoraban mucho mi manera de jugar y les caí simpático, no solo yo, también muchos jugadores mas”
Único uruguayo que jugó en la NBA, ¿Qué diferencias encontrás entre el mundo NBA y el mundo FIBA?
“No tienen nada que ver por más que se practique el mismo deporte. Son estilos de juego diferentes. En el mundo FIBA predomina el orden, el juego en equipo, no es tan físico. Mientras que en la NBA es todo lo contrario, dependen de un jugador o de dos y es mucho más explosivo”
¿Crees que te faltaron oportunidades para triunfar en la NBA?
“Hacer futurología con que hubiese pasado no es lo mío. Hay muchos jugadores que son muy buenos en Europa que después fueron a la NBA y no rindieron o al revés. Yo quedé loco de la vida de haber vivido esa experiencia con 22 años, tal vez si hubiese ido con algunos años más hubiese sido distinto, capaz que no. Yo me quedo con la imagen de que fui un privilegiado y un afortunado de poder vivir el sueño de todos los jugadores de básquetbol”
¿Cómo crees que se manejan las formativas en nuestro país?
“No sé si es un tema de entrenadores o jugadores pero es notoria la falta de recambio que hay en Uruguay. La verdad que me encantaría tener esa respuesta, si es que no se trabaja bien, si es un problema físico o que no hay jugadores. Lo concreto es que cuesta mucho conseguir jóvenes con proyección internacional”
¿A qué crees que se debe el bajo momento del básquetbol uruguayo?
“Creo que la selección uruguaya esta en un momento bastante crítico por un cúmulo de problemas, sobre todo por las ausencias. Siempre hubo dificultades estando todos, si faltamos seis jugadores las goteras son mucho más grandes. Capaz que estando todos tampoco se puede, nadie nos garantiza que con plantel completo podamos llegar a un Mundial o los Juegos Olímpicos. Lo cierto es que los demás equipos avanzan, invierten y más, mientras que en Uruguay todo se hace cuesta arriba. A veces el uruguayo peca de optimista, se agarra de la garra charrúa y no se da cuenta que las cosas atadas con alambre no son seguras”
¿Cuán meritorio son los logros de Uruguay en el deporte en general?
“Muchas veces es milagroso lo que hace el deporte uruguayo para lo poco que tiene. Es realmente sorprendente y más que meritorio que con tan poco se haga mucho. No hay un estadio de básquetbol, no hay una cancha de hándbol y sin embargo se logran cosas. No le estoy echando la culpa a nadie porque tampoco quiero que parezca que estoy buscando excusas pero si creo que el deporte en general y sobre todo el básquet están pasando un momento complicado”
¿Qué cosas crees que se deberían cambiar para que Uruguay vuelva a ganar un Sudamericano? ¿Y para disputar un juego olímpico o un Mundial?
“Primero que nada tener una selección más larga, porque hoy si no viene un jugador se termina el mundo y eso en otros países no pasa. Habrá que replantearse lo que viene atrás, por qué no salen jugadores nuevos. Hay un tema de población también, le queremos ganar a Brasil o Argentina que son muchos millones y nosotros solo tres que todos juegan al fútbol. Nadie tiene una respuesta verídica porque es hipótesis, cada uno desde su labor tendrían que en vez de criticar tanto hacer un poquito más. La crítica es un deporte nacional”
¿Crees que el basquetbol en Uruguay es lo suficientemente difundido y apoyado como debería serlo?
“Difundido es, hay muchas páginas de básquet y todos hablan del deporte. El tema es que no se cuán bueno es el producto para la demanda que hay, lo principal es que faltan actores de esta película, no televidentes. Hay mucha gente dueña de la verdad en los medios que tal vez si dirigieran un club de básquet hoy seriamos campeones olímpicos. Es lo más fácil de hablar, el tema es que si tan clara la tienen que crucen la línea y dirijan algo. Nadie sabe la respuesta concreta de a que se debe el bajo momento”
¿Cuál es el motivo de tu baja en esta citación?
“En mi caso cuando existe la posibilidad en este momento de recuperar energía de cara a una temporada que cada vez es más larga y en menos tiempo. Arriesgarme a tener una lesión y que eso me perjudique el día de mañana en mi otro trabajo, es una decisión muy personal y difícil de tomar. Después de todo lo que pasó todo el mundo habla, tiene opiniones y todos tienen la razón. Yo no lo veo así. Todos dicen que la celeste no se mancha pero nadie hace nada gratis y nadie hace nada que le pueda perjudicar su futuro laboral o económico. El tema de exigir a otro es lo más fácil, no diría mediocre pero casi. Criticar es más fácil que hacer”
¿Qué opinión te merece la baja de Jayson Granger para los preolímpicos? ¿Crees que tu ausencia tuvo algo que ver en esta decisión?
“No me quiero meter a hablar de temas personales como lo que le pudo haber pasado a Jayson, él vino, trató de entrenar pero tuvo una dolencia que no lo permitió continuar y es válido. Uno viene a jugar por Uruguay porque quiere, nadie se hace rico en la selección. Nadie le puede exigir a él que juegue y arriesgue su futuro económico. Ahora se va a Turquía y no lo hace porque le guste vivir ahí, lo hace para obtener una diferencia económica. Si por él fuera estaría jugando en Cordón junto a sus amigos. Cuando uno paga ese precio es por algo”
¿Qué pensás de las críticas de los periodistas?
“Primero tienen que pensar en qué hicieron o qué hacen, entonces capaz que después tienen un poco de autoridad para decir algo. Si no se les cae una idea o no arriesgan nada creo que la opinión de mucha gente no tiene ningún tipo de validez. Las razones son muy privadas, mucha gente no lo entiende o no lo quiere entender, creo que cualquiera con un poco de sentido común si entiende. A nadie le gustó que yo no fuera, pero si el día de mañana algo sucede muchos van a mirar para el costado y nadie se va a acordar de algunas opiniones de mala fe”
Haciendo un paralelismo con el fútbol uruguayo que hasta la llegada de Óscar Washington Tabárez también era bastante desorganizado. ¿Crees que lo que le falta a la selección de básquet es un proceso más duradero?
“Comparar el fútbol con el básquet es imposible. Yo creo que el fútbol tuvo la suerte de tener una generación de grandes jugadores y también con más opciones, la diferencia es que en el básquet no es tan variado el panorama. Jugadores de fútbol hay demasiados, en este deporte no hay tantos. Si no hay jugadores, no hay. No sé la respuesta exacta pero el problema es la falta de jugadores. No sé cómo se trabaja en formativas pero a algo se debe todo esto, igual no quiero entrar en la rosca de criticar sin conocer”
Luego del famoso tema del seguro que ya varias veces se interpuso entre vos y la selección. ¿Has pensado en renunciar en algún momento?
“Jamás pensé en renunciar porque yo no juego por los periodistas. A veces te da un poco de bronca pero como tantas cosas que molestan. Mi deseo no interfiere con la opinión de muchos. Soy un privilegiado de haber vestido la casaca de Uruguay y de vestirla el día de mañana si Dios quiere, los que hablan sin haberse puesto la camiseta la verdad que no me quitan el sueño. A veces me puedo enojar un poco pero a los dos minutos se me olvida”
¿Por qué crees que un grupo de tan buenos jugadores que se destacan individualmente en esta camada nunca llegó a ser un equipo homogéneo?
“Creo que estamos en diferentes etapas, por temas contractuales porque lamentablemente ninguno es Manu Ginobili ni Luis Scola que todos tienen contrato asegurado de acá a cinco años. Nosotros generalmente estamos día a día o año a año y no tenemos esa tranquilidad de poder jugar por tu país sin que te afecte en lo económico de ninguna manera. Si así fuera estaríamos todos tranquilamente entrenando y jugando con la selección. Siempre queda la incógnita de qué hubiese pasado si estamos todos”
Incluyendo las veces en la que no has podido ser parte de la selección. ¿Por qué piensas que se dan tantas bajas en dicho grupo? ¿Cuánto influye lo político en todo esto?
“Yo de política no se nada, yo tengo mis razones y otro tendrá distintos motivos. Más allá de que he tenido mis idas y vueltas con el presidente de la federación (Ney Castillo) no juego o dejo de hacerlo por él. No puedo globalizar el por qué debido a que cada uno se baja por cosas personales”
¿Dónde quedó el Esteban Batista que quería ser jugador de fútbol? ¿Te animas a meter alguna moña en un fútbol cinco?
“El Esteban del fútbol no cambió nunca. Disfruto más jugando al fútbol que al básquet, extraño mucho jugar un futbol cinco con mis amigos como antes lo hacía. Pero por la misma razón que no voy a la selección no juego al fútbol cinco, si me llego a lesionar así me tienen que dar el premio al nabo del año. En la cabeza de uno siempre su nivel es aceptable pero con la altura te podrás imaginar que no soy muy dúctil”
¿En que lugar de la cancha te sentís más cómodo? ¿O menos incómodo?
“De nueve, ahí bien arriba corriendo poco que te la pasen y pegarle al arco. No me pidas que me ponga a correr y a tirar magia porque no lo vas a ver nunca. Defender no me gusta, siempre fui del ataque”
Tu próximo destino es China. ¿Has visto algo del basquetbol de este país? Va a ser difícil entenderle algo al entrenador…
“Sé muy poco, he mirado algún partido pero no mas de diez minutos porque me aburro y cambio. La liga es bastante competitiva por lo que tengo entendido, voy más que nada a lo que me toque cuando ya este ahí. El básquet es básquet en todos lados, trataré de adaptarme lo más rápido posible. Lo del entrenador es algo que no quiero ni pensar porque la verdad va a ser muy complicado, cuando esté ahí veré cómo hacer para entender algo”
¿Te ves retirándote en Welcome?
“No sé si retirarme en Welcome, ojalá. Me gustaría cerrar el círculo que empezó ahí y quiero cerrarlo también ahí. Todavía no la pienso como cercana, espero tener algunos años más fuera del país”
En un futuro más lejano, ¿piensas seguir vinculado al básquet de alguna manera?
“La mitad de mi vida me la pase jugando al básquet, creo que tengo cosas para aportar y seguramente que voy a seguir vinculado a esto. No me veo entrenador porque no me caen muy bien y es un puesto muy complicado, menos dirigente. Igual falta mucho ya habrá tiempo para pensar en eso”