Marne derrotó a Larrañaga por cifras de 77-68 con diez minutos finales de gran intensidad en defensa y contundencia en ataque.
El comienzo del partido se dio mejor para la visita que salió bien metido en defensa, corrió la cancha primero con Javier Crócano y luego con Santiago Ramírez. Esto motivó que los muchachos de Gonzalo Fernández se pararan un su característica defensa combinada en donde Camilo Colman tomó hombre sobre Jermel Kennedy y Andrés Dotti hizo lo mismo con Alex López mientras los otros tres hombres se pararon en triángulo, así el Tifón se quedó sin ideas. El local lo aprovechó con el lanzamiento exterior primero con el sanducero y luego con Juan Galleto para pasar 10-9. Lo mejor en la visita se vio en el alto-bajo de Ramírez y Crócano que se destacaron. Sobre el cierre apareció Alejandro Reinick para que el milrayitas se vaya arriba 19-15.
Para el segundo cuarto el local siguió más fino, la defensa le dio grandes resultados. Marne probó con lanzamientos exteriores pero no tuvo buenos resultados, tan solo uno de Pablo Clerici. El local modificó la defensa, se plantó en zona (1-2-2) con Carvidón arriba llegando a tapar al tirador y esto también complicó a la visita. En las ofensivas Galleto y Dotti continuaron con la muñeca caliente y así los suyos abrieron nueve (29-20). Rodrigo Marin pidió minuto e intentó que Kennedy tomara mayor contacto con el balón pero este nunca entró en confianza. Como si fuera poco en los locales gravitaron cada vez más Reinick y Carvidón, sumado a esto se le agregó un bombazo de Emiliano Suárez –fue la vuelta del jugador tras la operación de menisco- que hizo que los de la calle Francisco Simón sacaran su máxima de 14 (40-26). Sobre el cierre Marne puso un parcial de 5-1 en las manos de Alex López para achicar e irse abajo 10 unidades, 41-31.
Para la vuelta del descanso largo el Tifón salió con un cambio de mentalidad notorio, su entrenador mandó a que los suyos salgan con una presión arriba, ahogando al local, esto hizo que roben bolas y puedan correr la cancha. Alex López estuvo más fino en el uno contra uno, quebró y consiguió puntos importantes así conjuntamente con avances de Panelli –mejoró en la conducción y el goleo- hizo que en un abrir y cerrar de ojos los del barrio Simón Bolívar se pusieran a tres (49-46). Larrañaga se quedó sin gol, estuvo carente de ideas en el ataque. Mateo Sarni no rindió y con Galleto en el banco las vías de gol se fueron diluyendo, quedó lo que hizo Reinick en el poste bajo, luchando contra Crócano que de todos modos ya le había encontrado la vuelta y le hizo todo más difícil al argentino, que pese a eso fue la figura en el local e hizo que los milrayitas encaren los últimos diez con una ventaja de seis, 58-52.
El último cuarto se asemejó mucho al anterior y no tanto al primer tiempo, plasmando así la superioridad de Marne por sobre el Larra. Es que los dirigidos por Fernández tuvieron el aro cerrado –3:40 sin convertir y tan solo dos libres en seis minutos- y eso lo pagaron caro. Porque en Marne las figuras que no habían aparecido en el arranque si lo hicieron en el cierre, principalmente Kennedy quien ganó en confianza, corrió la cancha, penetró de buena manera, encontró su gol. López también sacó rédito en el uno contra uno yendo hacia abajo, Crócano apareció un par de veces para definir en el poste bajo y como quien no quiere la cosa, los muchachos de Marín dieron vuelta el marcador y sacaron nueve (71-62). Larrañaga estuvo carente de ideas y dejó todo librado a la entrega y lucha en donde Ledanis fue quien más buscó, Reinick intentó pero fue muy bien controlado por Crócano. Marne jugó ofensivas largas con el reloj como aliado y le salió bien, en primera instancia Panelli se apoyó en el acrílico y mandó a guardar una bandeja para darle mayor tranquilidad y en la ofensiva siguiente se dio la misma jugada pero con López como protagonista para ponerle punto final al partido en un marcador de 77-68.
De esta manera Marne puso su segundo triunfo al hilo y de gran importancia en una cancha complicada, el Tifón de esta manera sigue en la búsqueda de la Liguilla. Por su parte Larrañaga dejó pasar una linda oportunidad de consolidarse cada vez más arriba.