Un torneo con la historia y presencia de siempre, con cambió de nombre, pero con su frescura de barrio a barrio, con una pasión muchas veces modesta y sencilla, otras con la necesidad de salir de ella, por el dolor de su descenso.
Equipos con historia en el basquet, como Cordón, tantas veces en el podio grande y hoy desfilando desde tercera a segunda y con ganas de seguir de larego. Otros como la UA con sabores de barrio que duelen de estar en la divisional, pero alientan, sienten y se ríen por subir.
Equipos con nombre de barrio como Sayago, que la peleó hasta el final y tuvo que bajar un escalón, solo eso, para tomar fuerza para subir nuevamente.
Tiene una institución gloriosa en otro deporte, pero no logra establecerse en primera Nacional, que no es de un barrio, pero si de un país, pero acá tiene sentimientos encontrados con sus hinchas.
Y todos los demás que año a año mantienen sus ganas y orgullo de ser oriundos de esta divisional, que se aferran a no bajar y que dan pelea partido a partido, recorriendo la ciudad, con mas tristezas que alegrías, pero sirve y honra a este deporte que amamos y defendemos.
Pero también hay otras orillas, las de jugador. Una divisional que tiene todo el espectro de edades de nuestro basquet.
Con jóvenes que hacen sus primeras armas para mostrarse ante el gran público y mirando a la Liga, están los mas profesionales, que encuentran en el Metro, una entrada económica y preparatoria a lo que se le viene. Despues están los jugadores del Metro, que están participando siempre, desde la vieja segunda de ascenso, marcando su historia en luchas por el descenso y/o titulo.
No dejo tampoco a los extranjeros en la orilla, de mostrarse, en una nueva salida o marcando proyección o tal vez despidiendose de todo.
Pero lo que importa, que sigue mejorando y creciendo, que llena un espacio, que fomenta la presencia en los medios, que el basquet no se detiene. Por eso y mucho mas, Metro sos historia y color de Montevideo.
Victor Ricardo Porratti