Yale dio el batacazo al vencer a Nacional 84-77 en el inicio de la quinta fecha del Torneo Metropolitano con gran rendimiento de su quinteto titular.
Gimnasio de Welcome con buen marco de público de Nacional y un puñado de gente que llegó de Jacinto Vera para ver a Yale, ambos venían de perder y el triunfo, para sus aspiraciones, era fundamental. El tricolor llegaba como amplio favorito, la visita no podía contar con Omar Galeano por lesión.
Comenzó mejor el elenco conducido por Javier Masner que encontraba en Lucas Lepiani la cara de gol fundamental para encontrar el aro rival. El bolso comenzó con la intención de dársela a Boston, quien apenas recibía era doblado; eso llevó a que lo buscaran cada vez menos, el extranjero volvió a pesar poco. Agarbado era lo más claro en el inicio, lo liberaban y el chiquito oriundo de Olimpia andaba con mano caliente.
Yale dominó ese primer cuarto porque a Lepiani se sumaron los buenos minutos de Monroe con algún tiro a distancia y Daniel Rivero, el travieso que empezaba a dar muestras de lo que sería su noche soñada. Javier Álvarez tuvo un buen cierre, colocó seis puntos consecutivos y de esa forma el tricolor se fue arriba 17-15. Particularidad en las faltas, Yale no cometió y Nacional realizó solo dos. Un período limpio donde la premisa de ambos equipos fue jugar.
Cococho en el inicio seguía encontrando grietas en la defensa rival, Monroe saltaba poco a las ayudas y dejaba espacios libres en las cercanías del aro. Nacional de todas formas caía en bajones pronunciados y la rotación del plantel volvió a dejar luces y sombras.
Lepiani seguía siendo incontenible en la penetración y en ese pasaje creció la figura de Mathías Gasañol, a veces desprolijo, pero con una polenta enorme para conseguir sus puntos, con su característica de dejar todo en cancha fue importante en ambos sectores del rectángulo. Además fue importante la presión de Blazina para hacer jugar incómodo a Cambón en la base del local.
Castrillón mandó a defender en zona y encontró dividendos, la visita tiró mucho de afuera sin éxito. La mejor habilitación de Nacional a Boston fue en la última del primer tiempo, el foráneo en zona de influencia sacó la falta y anotó el doble. Sin jugar bien el tricolor se fue al descanso largo 33-28.
Arrancó el complemento con la tercera del extranjero bolsilludo. Triples consecutivos de Gasañol y Blazina le permitieron a los de Jacinto Vera colocar un 8-0 para pasar 36-33.
Nacional respondió rápido, la experiencia desde la banca de Marcelo Pérez y algo de Boston le permitieron al tricolor colocar un 10-2 para volver a tomar la vanguardia del score.
Parejo fue de ahí hasta el final del período, Monroe y Rivero sacaban la cara por la visita que se mantenía en juego mientras que Jhonny con su lucha y Agarbado daban la talla por el bolso que sentía el aliento de su gente.
El cierre fue todo azul, primero un triple de Monroe, Nacional la jugó mal y en siete segundos le alcanzó para perderla y permitirle a Lepiani un gol en bandeja para cerrar el chico 57-52 arriba.
En el comienzo del último se dio la cuarta de Boston y de Agarbado, Castrillón eligió mantenerlos en cancha. El interno salió minutos después por quinta, el base fue clave para poner a su equipo en partido, colocó dobles y libres ras recibir una antideportiva. Volvieron a aparecer Marcelo Pérez y Jhonny para pasar.
Yale encontraba en Rivero a un asesino suelto por el Parque Rodó, bien complementado por Gasañol y Blazina. El final iba a ser infartante, la igualdad predomiba en Welcome.
La experiencia es importante en cualquier cierre, y Rivero en momento donde el empate en 75 daba indicios de alargue, colocó cinco puntos consecutivos para que su equipo abriera renta (80-75).
Agarbado puso libres para achicar pero un descuido defensivo enorme del tricolor, terminó con bandeja cómoda de Blazina como saldo para liquidar definitivamente el encuentro.
Triunfazo de Yale que tuvo a sus cinco titulares en doble dígito. Nacional, a pesar de superar a su rival en puntos del banco con un lapidario 27-2, cayó por segunda vez consecutiva y ve como los de arriba le sacan distancia.