Terrence Dials y Kennedy Winston tuvieron la confianza de Pablo López para pasar de ser cuestionados a ser pieza clave de este Malvin campeón.
Nunca es fácil arribar a un país con costumbres diferentes, escenarios totalmente distintos a los que pueden encontrarse en otros países, cultura, comida y forma de entrenamiento, son todos aspectos que hacen al deportista.
Malvin se vio obligado por rendimiento y alejamiento de una de sus fichas extranjeras a recambiar la dupla de foráneos en un momento clave de la LUB en etapa de playoff, los dos estuvieron por mucho tiempo bajo la lupa del hincha y mismo de alguna gente adentro del club.
Uno era un extranjero probado, Kennedy Winston estuvo en los de la Avenida Legrand disputando algunos encuentros en la Liga de las Américas, ahí demostró ser un jugador explosivo y determinante en el uno contra uno, pero cuando llegó eso no se vio, fue más asistidor que goleador y sus porcentajes no fueron nada buenos. Por momentos tenía mucho la pelota y era contraproducente para el equipo, no se adaptaba al juego.
Todo eso hasta que se dio el quiebre en la serie con Hebraica, se puso ofensivas al hombro, demostró porque lo llamaron y en las finales fue figura yendo con determinación al aro, asistiendo y estuvo fino en un aspecto fundamental, encestando desde la línea.
Terrence Dials fue el más cuestionado de los dos pero terminó con un gran rendimiento, quizás no tanto en el goleo pero si en defensa, en ese juego que muchas veces no es vistoso, en el trabajo sucio cargando los rebotes, siendo solidario en las ayudas defensivas. Tuvo que vérselas contra Hatila Passos y en los últimos dos partidos fue clave en su marca. Lo mismo que en la final, porque hay que ir al choque constante con Young y Colmenares; y Dials rindió.
Ambos comenzaron más que cuestionados y tanto Dials como Winston terminaron salvando con nota y siendo fundamentales, cada uno en su rol, para que el playero retenga el título.