Duke venció en una gran final a Wisconsin por 68-63, en lo que representa el quinto título en la ilustre carrera de Krzyzewski.
En un gran partido que recién se definió en las últimos instantes del mismo, Duke consiguió su quinto título nacional bajo la conducción de Mike Krzyzewski, al imponerse a Wisconsin, que llegaba de dar el gran golpe ante Kentucky, por 68 a 63.
Con nervios por ambos lados, la final tuvo un comienzo muy parejo y donde ninguno de los dos pudo sacar una diferencia clara. Frank Kaminsky y Nigel Hayes empujaban el ataque de los Badgers, pero Duke respondió con uno de sus novatos estrellas, Justise Winslow, para quedar al frente por un cerrado 17 a 16.
El ataque de Wisconsin no tenía la prolijidad de otras ocasiones (normalmente apenas pierden 7 pelotas por partido, mejor marca de la NCAA), cometiendo algunos errores con la pelota poco característicos en ellos. Sin embargo, a los Blue Devils les costaba cerrar su rebote defensivo y al terminar los primeros veinte minutos, el marcador era un reflejo de lo que había sido el trámite de la acción: 31 por lado.
La primera diferencia importante de la noche llegó en el arranque de la segunda mitad. Bronson Koenig se encendió para los dirigidos por Bo Ryan, anotando 9 puntos prácticamente consecutivos, los cuales combinados con una nueva conversión de Kaminsky, dejaron a Wisconsin al frente por una máxima de 48 a 39, obligando al Coach K a quemar un tiempo muerto.
El partido comenzaba a complicarse para Duke, pero a la salida del time-out, los de Krzyzewski fueron realmente otros. La gran figura de la reacción fue el debutante Grayson Allen (apenas 4 puntos de promedio en el año), quien con su capacidad atlética y buena mano, además de mucha personalidad, despertó a sus compañeros y redujo la distancia.
Una vez que Allen bajó un cambio para los Blue Devils, fue hora para que apareciera otro debutante, en este caso Tyus Jones. El base se encendió y consiguiendo puntos tanto desde el perímetro como atacando el aro, fue clave para que los suyos dieran vuelta la historia y tomaran una ventaja mínima de 59 a 58.
Wisconsin ya no tenía demasiadas respuestas en ofensiva, sin encontrar espacios contra una defensa de Duke excepcional en los últimos diez minutos. El toque de gracia lo terminó dando otro de los freshman del futuro campeón: Jahlil Okafor. El pivote, quien se proyecta para ser el uno del Draft de este año, venía teniendo un partido complicado, sufriendo en la marca de Kaminsky, con problemas de faltas y fallando tiros que normalmente domina. Sin embargo, en el cierre fue fundamental con un par de anotaciones que le dieron separación a su equipo, para que luego el propio Jones clavara un triple que acabaría sentenciando el 68 a 63 final.
Tyus Jones se llevó el MVP con sus 23 puntos y 5 rebotes, mientras que Grayson Allen fue igual de importante con 16 tantos desde el banco de suplentes ganador. En los Badgers, a quien nadie podrá quitarles una temporada para el recuerdo en muchos aspectos, el mejor fue Frank Kaminsky con 21 puntos y 12 rebotes.
En resumen, Duke mostró una vez más lo importante que son los entrenadores en el básquet, pero sobre todo en la NCAA. Krzyzewski es quizás el mejor de la historia en dicha competencia y su quinto título ayuda a justificar esa declaración. Kentucky tenía la temporada perfecta y el talento, Wisconsin el envión, pero fueron finalmente los Blue Devils los que pudieron unir todos esos factores para acabar consagrándose como un enorme y merecido campeón de la 2014/2015.
Fuente: Basquet Plus