Pese al triunfo ante Trouviile, Defensor Sporting vive un momento de transición en cuanto a la incorporación de su dupla extranjera: Víctor Liz y Marcus Fizer; pero en el medio, se juega una finalísima para meterse entre los cuatro mejores equipos de esta Liga Uruguaya de Básquetbol.

Es abismal la cantidad de jugadores foráneos que pisan nuestros rectángulos de juego. Sería una lista muy larga de hacer. Pero existen circunstancias o contextos ideales para insertarlos en un club y, casi a continuación al andamiaje de juego, como lo es el arranque de una temporada o en los pasajes iniciales de la misma, en donde el pasar de los meses ilusione a sus compañeros, entrenador e hinchas con el total acople del basquetbolista.

Pero la situación cambia totalmente cuando se juegan instancias decisivas de un torneo muy largo. Aquí se encuentra el elenco violeta, que apostó fuerte por dos extranjeros que han demostrado talento y personalidad, pero que su etiqueta de “Clase A” parecería pedirles que demuestren constantemente todo lo que valen.

Quizás otro conjunto se beneficiaría mucho más al contar con las virtudes de Liz y Fizer, pero Defensor Sporting ha modificado sus manera de jugar tras la llegada de estos foráneos. Pospuso o dejó algo de lado el intento de asociación que siempre existió en un equipo de Gerardo Jauri y priorizó la espectacularidad y efectividad del escolta dominicano y el pivot norteamericano.

Son jugadores que asumen muchas responsabilidades en ofensiva, tal vez demasiadas cuando tienen compañeros capaces de acompañarlos de buena forma en esa faceta del juego. Repartir el goleo ha sido una de las armas fundamentales de los fusionados a lo largo de esta temporada y la llegada de estos dos grandes jugadores debería ser un plus enorme y no un motivo de incertidumbre. Cuando ambos se propongan ayudar al equipo no sólo desde los puntos anotados en la planilla final, el elenco violeta dará un gran salto de calidad.

Por lo pronto, para todo esto se necesita tiempo, que para Defensor hoy es oro, porque en tres días se jugará la posibilidad de meterse entre los cuatro mejores equipos de la Liga Uruguaya de Básquetbol luego de una victoria trascendental con la serie 2 a 1 en contra. Para mejorar se necesita trabajo, y sin duda que se entrena mejor cuando los triunfos acompañan. La adaptación va de la mano con estos aspectos, y si el conjunto de Jauri sigue avanzando, aparecerá la mejor versión de todo el colectivo violeta.