Había hecho su debut en la DTA, tras el retorno del misionero, pero aún no había logrado tener minutos reales en Liga. Con la llegada de Álvaro Ponce, tuvo la oportunidad y la aprovechó entendiendo que su trabajo principal está en defensa. “Promesas” entrevistó a Christian “Pata” Pereira.

Nombre: Christian Pereira
Apodo
: “Pata”
Edad
: 21 años
Puesto
: Ayuda-Base/Alero
Altura
: 1.96
Club
: Goes

¿Cuándo y dónde arrancaste a jugar al básquetbol?

Me mudé para el barrio, bien en frente al club. Ese año empecé mirando, me llamaba mucho la atención. Al año siguiente me quise probar y empecé. En seguida me empezó a gustar. A partir de ahí estuve siempre en Goes, excepto el primer año de Juveniles jugué en Biguá, pero después volví a Goes.

¿Qué Entrenadores tuviste que te hayan marcado en Formativas?

Gustavo Reig, el “Colo”, que lo tuve desde Mini hasta que terminé Formativas. Desde que empecé el me incentivó, fue el que me dio todo. En los momentos que yo caía el me levantaba y me decía que me veía futuro. También tuve a Daniel Ciechanovvecchi que cuando estuvo en el club me ascendió a Juveniles y me dio muchas herramientas para poder mejorar, más en el tema defensivo que era lo que más insistía.

¿A qué edad decidiste que querías ser profesional?

Se fue dando. Fui jugando, me fui divirtiendo, y con el correr del tiempo se van dando las posibilidades. Pero fue más o menos hace tres años que me dije que quería jugar, que me gustaba y quería ser profesional.

¿Hiciste algún cambio en tu vida después de eso?

Mi mayor esfuerzo fue con los estudios, porque no podía entrenar doble horario en Primera y asistir a clase. Estaba en la carrera de Turismo, y tuve que dejar dos años seguidos. Por eso decidí postergarlo y seguir con el básquetbol, para poder retomar los estudios después.

¿Cuáles son tus características como jugador?

Me gusta correr la cancha. También tirar, especialmente de 3 puntos, estoy siempre preparado por si hay una descarga. En la penetración me gusta jugar con las cortinas de los grandes. Y defender mucho, que es lo que me da minutos hoy día. Al principio no me gustaba, en Formativas era un jugador más ofensivo, pero me di cuenta que si no mejoraba en eso no iba a poder jugar.

¿Qué diferencias encontraste entre Formativas y Primera?

Muchas. Lo primero es el profesionalismo que hay. Las Formativas son para divertirse, aunque algunos se quieran formar y llegar; cuando saltás a Primera hay otras exigencias, hay otro rol. En Formativas tiraba mucho más, hacía 30 puntos por partido, en Primera no puedo tirar tanto. Hay que aprender a encontrar el rol en el equipo. El tema físico es distinto, hay que estar preparado. Y la concentración es al 1000%. Parecen pocas diferencias pero en realidad son muchas a la hora de entrar a la cancha.

¿Te costó ese cambio de rol?

Me costó sí, pero te vas dando cuenta que si no lo hacés no tenés chance de jugar. En Formativas hacía 30 en dos categorías, y después iba a entrenar con Primera y no recibía muchas pelotas o entrenaba poco. Ahora que estoy más grande me doy cuenta que tengo que cumplir el rol que me pide el entrenador y tratar de hacerlo bien para poder jugar. Quizá más adelante se me de jugar diferente, como antes.

Desde que llegó Álvaro Ponce empezaste a tener más minutos, ¿qué te pide él que hagas?

Me pide mucha defensa, que es lo que más busca en sus equipos, para poder correr la cancha. Me dice que defienda y que voy a encontrar mis goles así, en corridas. Y haciendo eso he jugado bastante en los últimos partidos.

¿Cómo fue tu debut en Primera?

En realidad, estoy en el plantel de Primera desde los 16 años, cuando Goes estaba en Tercera luego de la desafiliación. Y debuté esa temporada, en la cancha de Tabaré. Los nervios siempre están, más en un equipo como Goes que lleva mucha gente, incluso en Tercera. El Entrenador era Germán Fernández, y con Auriblanco me mandó a la cancha. Tenía muchos nervios, pero me acuerdo que metí un triple. Y en la Liga, debuté la temporada pasada, con Lovera, que me daba algunos minutos para defender.

¿Qué objetivos tenés hoy día?

Primero que nada, afirmarme y poder jugar más minutos. Y mejorar mi juego, seguir en la ofensiva con el tiro exterior y las penetraciones, aprender a leer mejor el juego. Y la defensa, que hoy día sé que tengo que defender y mejorar en ello también. Si no defendés, en un partido no ganás.

Te toca jugar en un equipo que tiene una gran hinchada, ¿cómo te lleva eso?

Los primeros partidos eran de mucho nervio, la pelota se te resbala de las manos. Pero el apoyo de la gente ayuda. Como sos del club la gente te apoya todo el tiempo, y eso es fundamental. Este año me siento mucho mejor, con confianza no sólo de ellos sino del cuerpo técnico y los compañeros. Me tocó jugar el clásico y me sentí muy bien.

¿Qué referentes tenés en el básquetbol?

A nivel internacional, me gusta mucho Kobe Bryant, pero es otra clase de juego. Y me gusta mucho Ginóbili, que si bien juega en la NBA, lo ves jugar en la Selección y ves que su forma de jugar es muy buena. A nivel local, me gusta mucho como juega Leandro García Morales, que es un jugador que tiene todo: lee el juego, asiste, tira. Me gusta mucho.