El básquetbol argentino está disputando una Liga de Desarrollo Sub 23 que se acerca mucho al ideal y dista bastante del Torneo U23 corto y tirado de los pelos que se organizó en Uruguay.
Argentina está en una desesperación buena y constante por conseguir un recambio generacional, a pesar de que se aburren de ganar torneos juveniles y que ir a los Mundiales en Selecciones Formativas es una costumbre, se busca, permanentemente, desarrollar nuevos valores.
Por ejemplo, es la segunda temporada sin descenso en la LNB para que los equipos se “animen” a darle rodaje a valores jóvenes. No conformes con eso, sobre el final del 2014, comenzaron con una operación altura que recorre todo el país y además se creó una Liga de Desarrollo.
En este último tema me quiero centrar. Es un torneo Sub 23 compuesto por la totalidad de los equipos de la Liga Nacional que se disputa como preliminar (2.30 horas antes) del juego central de la Liga mayor.
La única regla que cambia es que los jugadores pueden cometer hasta seis faltas por encuentro, eso se debe a que hay planteles cortos.
Tiene dos objetivos; el primero es foguear a valores jóvenes que ya no pueden competir en formativas, que tienen grandes condiciones pero todavía no cuentan con los minutos necesarios en el primer equipo, el segundo es el reclutamiento, algo que en Argentina no es tan sencillo como en Uruguay, donde reclutar, para los clubes capitalinos de Formativas, es bastante más sencillo que allá.
Se realiza en esta época del año, para no coincidir con el año lectivo y que los jugadores no pierdan tiempo valioso de estudios con sus largos viajes para jugar al básquetbol.
Acá, con otras facilidades de cercanía pero sin tanto poder económico, no logramos implementar un torneo similar, que debería ser de orden, políticamente impulsado por la FUBB.
Argentina, potencia basquetbolística a nivel Mundial, toma el desarrollo de jóvenes valores como centro para generar nuevos jugadores de elite. En Uruguay no se le da ninguna herramienta al jugador de entre 20 y 23 años, a excepción del Torneo Sub 23, que no tiene más de 4 partidos de competencia real para los equipos que llegan más lejos.
Cuando al de al lado le va tan bien está bueno resaltarlo, mirarlo un poco y tratar de copiar.