Nicolás Casalánguida, entrenador de Obras e integrante del cuerpo técnico de la Selección Argentina, habló de todo en un imperdible mano a mano con Basquet Total.

Casalánguida, a pesar de su juventud, se ha destacado por realizar procesos de trabajo exitosos en los clubes por los que ha pasado, y en esta temporada está iniciando un nuevo desafío en el equipo de Obras, con hincapié en la inclusión de jugadores jóvenes en el primer equipo. Al respecto, nos dijo: “Estoy muy feliz de comenzar un proceso nuevo, estuve cinco temporadas en Regatas de Corrientes, y antes en Comodoro muchos años también. Llego a Obras con muchas expectativas, con un proyecto distinto en términos de objetivos. Obras tiene muy claro el perfil que quiere como institución.  Nosotros este año vamos a jugar con cinco fichas mayores y seis jugadores del plantel superior van a ser chicos que han hecho gran parte de las formativas en Obras. Esto habla a las claras de lo que busca el proyecto, y lo que ha buscado la dirigencia de mí para conducirlo. La arista principal es la inclusión de los jugadores formados en la institución en la alta competencia, que es el último eslabón de la formación”.

El entrenador demuestra confianza a la hora de darle responsabilidades a jugadores jóvenes, que demostraron mucho nivel en el juego ante Urunday Universitario: “Los jugadores año a año vienen cumpliendo ciertas premisas como para alcanzar la alta competencia, pero este año les daremos más responsabilidad. Por ejemplo, el base inicial va a ser Pedro Barral, un chico de 21 años, que nunca fue base titular, siempre fue relevo o tercer base. Fernando Zurbriggen es un chico de 19 años que va a ser el base relevo, y nunca fue base relevo. Así hay varios casos de chicos que tenemos que ir incluyéndolos en el esquema del equipo, y que progresivamente tenemos que ir dándoles responsabilidades para que vayan ocupando un lugar que nunca tuvieron. El desafío es ese”.

Al respecto de la institución y las condiciones de trabajo, el nuevo entrenador jefe del “Tachero” las describe de la siguiente manera:  “Obras lo que tiene muy positivo es que presenta condiciones de trabajo para un proyecto como este que son muy difíciles de mejorar, porque tiene dos canchas pegadas para trabajar, tiene un gimnasio de pesas modelo, tiene los “dormis” en la misma institución, o sea que los chicos reclutados comen y duermen en el mismo lugar. En un predio de 50 metros cuadrados los chicos pueden comer, dormir, entrenar, hacer gimnasio y estudiar, porque el colegio secundario y el terciario están dentro de la institución. Eso es una atmósfera deportiva y académica que no es fácil de encontrar. Además, tenemos un staff de trabajo idóneo, y sabemos que tenemos una responsabilidad grande en cuanto a que los jugadores jóvenes de la institución adquieran un lugar que no han tenido antes. Será difícil pero es un proceso muy interesante”.

Consultado sobre la realidad argentina, teniendo en cuenta fue entrenador de la Selección en el último Sudamericano e integra el cuerpo técnico del “Oveja” Hernández, Casalánguida habló sobre la actualidad de la Liga local: “Tenemos muy claro que la Liga Nacional ha servido como plataforma de formación para jugadores que tienen condiciones para la alta competencia. Todos, desde los jugadores, los entrenadores, árbitros y dirigentes nos hemos formado con una Liga que para nosotros es nuestra escuela.  Sabemos que a nivel sudamericano es de las mejores competencias, hay muchos clubes sólidos que han evolucionado en sus proyectos”.

Nuevamente, el foco está puesto en los jugadores jóvenes y en desarrollarlos pensando no sólo en la Liga Argentina sino también en su proyección internacional: Estamos en un momento en Argentina en que tenemos que volver a confiar en las canteras, en los procesos de formación, en los entrenadores de técnica individual, en el desarrollo técnico, en el trabajo físico paralelo al técnico. Si bien hay una buena cantidad de partidos, porque es de las competencias en que más se juega, tenemos que construir un método de trabajo que permita desarrollar un producto con muchos jugadores jóvenes que puedan insertarse en la competencia. El básquet nacional lo necesita, es la esencia de la Liga Argentina, y la competitividad de la Liga lo requiere. Es una necesidad. Brussino, Laprovittola, Vildoza, son productos de la Liga que están volviendo a tener lugares de importancia en el medio internacional que hace unos años era muy difícil conseguir. Pero tenemos que seguir profundizando esa búsqueda de talentos, tanto para que puedan emigrar como también para que otros puedan desarrollarse en la Liga Nacional”.

Al referirse a su doble rol como entrenador de club y de la Selección argentina, Casalánguida fue claro en cuanto a las responsabilidades de las instituciones: Hay algo que está muy claro, en Argentina y en la región: los jugadores se desarrollan en sus clubes. El básquet nacional necesita que en los clubes se trabaje bien, que los entrenadores, los preparadores físicos y los proyectos de trabajo sean buenos. Los jugadores jóvenes deben estar un buen tiempo desarrollando sus cualidades dentro de los clubes. Las Selecciones pueden tener a un jugador un máximo de 40 a 60 días por año. Sabemos que la usina de formación son los clubes, y no sólo los de Liga Nacional, los clubes de base. Por eso son tan importantes los formadores, los entrenadores de base son los que tienen en sus manos la posibilidad de desarrollar el producto más importante que son los jugadores.” 

Al respecto del rol de la Selección y cómo potenciar a esos jugadores, refirió: En Argentina confiamos en eso y desde la Selección hemos formado tres equipos para darle a jugadores jóvenes la posibilidad de competir por un lugar y en poco tiempo insertarse en la selección mayor, que es el anhelo que deben tener los grandes jugadores.  Sabemos que Ginóbili, Nocioni, Delfino y Scola están terminando sus años de Selección y es necesario que otros jugadores tomen la posta. En el Sudamericano apostamos a un equipo de 23 años como promedio, sabiendo que el resultado no es lo prioritario sino darles rodaje internacional a jugadores que a corto plazo pueden insertarse en la Selección mayor. Ese es el camino que estamos convencidos que debemos hacer”.

Casalánguida no cree en la oposición entre formar e incluir jugadores jóvenes y tener equipos competitivos, que busquen resultados: “Los dirigentes son los que tienen que tomar las decisiones. Nosotros desde la parte deportiva consideramos que es trascendental que la competencia sea un eslabón más de la cadena de desarrollo. La Liga Nacional, el TNA, el Federal y las categorías de base deben trabajar seriamente para alcanzar la alta competencia, y luego aumentar el caudal de jugadores con potencialidad de básquetbol internacional.  Eso se busca en cada uno de los clubes.  Siempre debemos potenciar el club donde uno trabaja y mostrar que hay distintos caminos para llegar a uno o varios resultados.  Hay clubes que han apostado a los reclutamientos o a las canteras, y buscan que esos jóvenes puedan tener lugar en sus equipos.  Otros equipos buscan resultados inmediatos, y está bien también, la realidad de la competencia es que cada uno puede tomar la decisión que quiera.  Nosotros somos conscientes que el básquet nacional necesita nutrirse, que es importante que los clubes sigan insistiendo en sus proyectos de trabajo con menores, en sus canteras, en sus entrenadores formadores.  Una cosa no quita la otra, las dos pueden ir de la mano.  No pasa sólo por desarrollar jugadores jóvenes o buscar resultados inmediatos trayendo los mejores jugadores.  Se puede buscar resultados deportivos fusionando los dos aspectos, esa es al menos la búsqueda, que es difícil pero posible".

Para terminar, consultamos al actual entrenador de Obras Sanitarias al respecto de su visión del básquetbol uruguayo y nuestro seleccionado, al cual enfrentó en el último Sudamericano:  “Soy muy respetuoso del básquet uruguayo.  Entiendo que Uruguay necesita también un recambio, si bien el recambio generacional es progresivo, porque hoy están Fitipaldo, Calfani, porque Parodi está insertándose y Batista tiene para jugar algunos años, siempre se está buscando que algunos jugadores jóvenes se inserten. Siento que Uruguay y Argentina están en una búsqueda similar, de un recambio generacional que le permita tener en sus selecciones nacionales jugadores jóvenes que puedan perdurar a lo largo del tiempo”.