Las acciones hablan más fuerte que las palabras dice el dicho, y esta vez podemos decir que la convocatoria realizada por Marcelo Signorelli pensando en la Americup lleva la idea de renovación de la teoría a la práctica. Entre los 16 convocados la mitad no llegan a los 25 años de edad.

Está claro que Parodi ya no es futuro, es una realidad en la Selección hace bastante tiempo y su salida al exterior sin dudas lo ayudará a seguir creciendo, como pasó en su momento con Calfani y antes con Fitipaldo, capitán y emblema de este proceso.

Tranquiliza ver buenos proyectos en los puestos que habitualmente han sido problemáticos para Uruguay. "Juani" Ducasse y Emiliano Serres son definidamente aleros y superan los 2.05, al tiempo que el gran año de Gonzalo Iglesias hace pensar que sea por muchos años el "4" abierto que el entrenador siempre pretende en sus equipos, puesto que también tiene a "Nando" Cáceres en la lista. Por último, Facundo Medina tiene su oportunidad, ante la falta de tiradores que tanto ha complicado desde la salida de García Morales y Mazzarino.

Pero también se nota un proceso. Estos chicos que son hoy día parte de esta Preselección Mayor comenzaron en un grupo de más de 30 jugadores, en la primera convocatoria realizada por Signorelli en febrero de 2016. Muchos ya entrenaron con la mayor como invitados, o incluso un par -Zanotta y Ducasse- ya fueron parte de la celeste en el Sudamericano pasado.

El equilibrio entre el proceso y los momentos parece ser algo que Signorelli busca. Algunos jugadores parecen ser parte de un núcleo estable de la Selección, pero otros se ganan su lugar en base al rendimiento en sus equipos, al crecimiento y a un seguimiento constante en el CEFUBB, como es el merecido caso de Mauro Zubiaurre.

Todavía resta mucho. El plantel debe ser definido, y la Americup mostrará el rol que tiene cada jugador en el equipo. Pero hay una idea que se está llevando a la práctica, para transformar la renovación en realidad.