Australia venció a China 93-68 y se aseguró el pasaje a la segunda ronda como segundo del grupo A.

El partido fue parejo, a Australia, sin la participación de Andrew Bogut, le costó despegarse de los intentos chinos. El primer cuarto tuvo cinco minutos muy igualados, con muchos errores de ambos lados. El marcador 6-6 imponía lo impreciso del trámite. En la segunda mitad del chico los oceánicos lograron manejar rentas cortas con lo profundo de su plantel, que dio mejores rendimientos que los de su rival. Se fueron 17-14.

El segundo período fue más al estilo que le sirve a Australia. Se elevaron los porcentajes y perdieron protagonismo las defensas. Dellavedova creó y asistió y hubo un gran pasaje de Baynes en las cercanías del aro. China fue Yi dependiente (14 unidades), cuando le tomaron los puntos, careció de resolución ofensiva. Dobles consecutivos de Motum y Baynes le permitieron irse 44-34 arriba al descanso largo, logrando una renta que alivianó lo que fue un primer tiempo mucho más parejo de lo que indicó el score.

Pasaron 15 minutos de parate pero el cotejo regresó en la misma sintonía. Sin brillar como en otras ocasiones Australia prolongó el momento de quiebre y, luego que la renta superó las 10 unidades, China nunca tuvo forma de volver a meterse en partido. El capitán Andersen fue clave en ese inicio de cuarto, haciendo olvidar la ausencia de Bogut. En los asiáticos fue Yi contra todos, el resto acompañó poco y las chances de batacazo mermaron, viendo así como la eliminación que parecía probable quedaba consumada en la tarde de viernes.

El último sobró, la diferencia fue mayor a 20 puntos. Si bien China intentó maquillar el score, la sentencia estaba decretada. Uno a cuartos de final como segundo de grupo, el otro a esperar su último juego sin chances de avanzar. Dictamen lógico de acuerdo a lo que mostró el torneo hasta ahora.