Paysandú consiguió un triunfazo ante Olivol Mundial para quitarle el invicto y Juan Marotta fue clave para la victoria, entre festejos y abrazos, charlamos con el interno.

Hubo que esperar a que los jugadores y la hinchada terminara de festejar, cuando cesaron los cánticos y la euforia, Juan dio sus primeras sensaciones sobre la gran victoria de su equipo: “La verdad que estamos todos muy contentos. Nos hacía falta jugar acá, teníamos la cancha suspendida y sabemos la importancia que tiene. Yo más que nadie lo tengo claro porque jugué el Metro en Miramar y nos fuimos invictos jugando acá, nos hicimos muy fuertes. Era un rival dificilísimo y sabíamos que hoy era un juego clave para nosotros. No estábamos encontrando el juego que queremos, pero ahora estamos enfocados en llegar fuerte a la última parte del torneo, que es la más importante del año.”

El match tuvo dos tiempos disímiles, donde en el primero Paysandú dominó de punta a punta y en el segundo Olivol lo emparejó, sobre esto acotó: “El primer tiempo nuestro fue muy bueno. Mantuvimos la intensidad y ellos no fueron tan constantes. Hoy tuvieron la baja de Ángel, que es un jugador muy bueno para la divisional. A ellos les faltó gol con su ausencia y nosotros pudimos encontrar otras vías para complicarlos, mantuvimos la ventaja, estuvimos siempre arriba, lo mantuvimos y por suerte nos llevamos el punto.”

El Paysa también contó con la ausencia de Fernando Ferro y para Marotta, fue un importante factor para sacar esa rebeldía interna y vencer al favorito: “Ellos eran los que tenían que venir a ganarnos hoy, eran los que venían invictos y nosotros debíamos dar el doble. Pero cuando no somos favoritos es cuando al uruguayo más le gusta sacar las cosas adelante.”

Este punto también es significativo para lo anímico, sobre esto dijo: “Sin dudas. Nos quedan dos partidos claves y el de hoy era casi una final. Lo tomamos para encarar la segunda mitad del año y buscar llegar al tope basquetbolísticamente. Si se da la oportunidad de entrar entre los seis vamos a luchar por eso.”

Respecto a su rendimiento y otro año más en el Paysa, Juan finalizó diciendo: “Sé que tengo la confianza de toda la gente. Antes de cada partido y práctica me saludo con todos y hay un clima muy familiar. Conozco a todo el club y el año pasado me trataron divino, por eso decidí volver, me genera una libertad y felicidad enorme a la hora de jugar y por suerte pude aportar al equipo. Quiero mandarle un saludo grande a toda mi familia, que siempre me olvido (risas).”