Edgardo Kogan analiza tácticamente las claves por las que Nacional comenzó con triunfo la serie semifinal ante Aguada.

Se fue la primera semifinal con un justificado triunfo de Nacional, gestado de punta a punta en un juego que ambos comenzaron con defensas individuales y curiosamente repitiendo las mismas referencias. Desde lo táctico hubo una situación de la cual Aguada no pudo sacar ventaja que fue que Delgado defendiera a Smith en el juego interno y Eziukwu a Feeley. El rojiverde pudo haber cargado más, ya que Feeley abierto sacaba a Callistus de la pintura, pero el tricolor igualmente congestionaba con Danridge y Taboada.

Si bien Nacional permitió algunos tiros a los perimetrales del rival, tuvo una disposición táctica que tuvo el claro objetivo de neutralizar el juego interno aguatero. Aguada jugó mucho en el perímetro para buscar encontrar a sus internos y Nacional lo defendió con step en los bloqueos directos, saliendo bien alto para alejar al jugador del cesto, e inclusive cambiando de hombre lo cual nunca pudo ser aprovechado por el aguatero.

Nacional, fiel a lo que hizo todo el año, generó desde el rompimiento para tener una ventaja, ya sea con Danridge o generando para los tiros de Moglia y Taboada, le abrió una diferencia. El control del juego lo tuvo el tricolor, con un 30-21 en el primer chico que marcaba que Aguada no estaba en el tono defensivo que quería el entrenador.

Fernández en algunos momentos pasó su equipo a defensa zonal, para dar descanso a Eziukwu o para jugar con una formación más baja, y Aguada tampoco pudo aprovecharlo. Nacional ajustó en esas defensas, fue agresivo, tuvo defensas extendidas, con lo que el rojiverde nunca logró sacar ventaja de situaciones que le dejaba Nacional y terminaba el primer tiempo abajo 47-40.

El tricolor hizo el negocio de lo que fue a buscar, una defensa agresiva, el rompimiento como primera opción, y no tener posiciones fijas en ataque. El propio Callistus a pesar de ser muy alto no juega de en un puesto fijo, se mueve alrededor del balón, buscar cortes hacia el aro, e incluso Delgado se vio beneficiado de ese trabajo del foráneo.

El inicio del tercer cuarto tuvo lo mejor de Aguada, fue cuando pareció que podía cambiar el ritmo de juego siendo más agresivo. Pero es en ese momento que Nacional demuestra para qué está en esta Liga, demostrando estar a nivel en un momento clave de un juego semifinal. Danridge y Moglia aparecen, y la defensa tricolor le permite mantener una diferencia.

Aguada buscó la variable de poner a Barriola de ala-pívot para intentar generar espacios en el juego interno, pero no tuvo éxito. Cuando los internos pudieron recibir vieron a la defensa de Nacional cerrarse y los tiros errados de Aguada generaban corridas de Nacional, que volvió a abrir 12 puntos y retomó el control del juego. Al no encontrar caminos claros y no poder establecer su ritmo de juego el aguatero buscaba resolver individualmente.

Como era esperable llegó la reacción de Aguada, un equipo que siempre acostumbró a recuperarse de situaciones de desventaja, pero Nacional volvió a ponerse duro en defensa, no ceder segundos tiros, y allí sobre el final del tercer cuarto creo que comenzó a darse cuenta que era una noche para ganar.

En el inicio del último período Bavosi puso un par de triples pero Nacional le contestó con Moglia de tres puntos, el rompimiento de Danridge, y Delgado también sacando diferencias. El juego se hizo intenso y si bien sobre el cierre Aguada volvió a empujar aparecieron especialmente los grandes (Eziukwu, Delgado, Danridge) para bajar rebotes y no permitir segundos tiros. Nacional debió cerrarlo antes pero falló algunos libres sobre el final.

El planteo de Nacional fue muy inteligente, se mantuvo fiel a lo hecho en el año y saca este primer punto que le da ventaja, a pesar de no ser definitivo ni mucho menos. Aguada es un equipo que en momentos complicados siempre salió de ellos, su entrenador ha sido un ejemplo de constancia y cómo llevar adelante las situaciones adversas, así que seguramente nos depararán un nuevo juego apasionante como este.

Ya no debemos mirar de la misma manera a Nacional. Pasó de ser un equipo candidato al descenso a principio de año a ser uno clasificado a la Liguilla, que se ganó su lugar en semifinales y demuestra por qué en cada noche.