Se terminó el sueño de Urunday Universitario afirmando que la institución del Prado dio un paso más por el camino correcto.

Perder nunca está bueno, a nadie le gusta. Un montón de hinchas de Urunday Universitario llegaron al Palacio con la ilusión de teñir de verde las semifinales de la Liga Uruguaya, en lo que pudo ser algo histórico. Se fueron sin el triunfo pero con la tranquilidad de que el equipo dejó todo lo que tenía.

La institución del Prado, hace años, está solidificando una base que logra agregar cimientos sólidos, de calidad. Crecimiento edilicio y deportivo, con pasos seguros y planificados, que buscan el éxito en cancha como objetivo.

Esta temporada en el básquetbol grande le deja muchas conclusiones a Urunday, todas alimentan la ilusión futura. El torneo le mostró algo de lo que tanto anhelan. Sabe que todavía le falta consolidarse, pero entendió también que está transitando el camino correcto, y siguendo este rumbo los años venideros estarán repletos de alegrías para este club del Prado que se está transformando en institución modelo.

Los proyectos serios y bien ejecutados pagan, siempre pagan, allá va Urunday construyendo su destino.