Miramar venció 74-61 a 25 de Agosto en el clásico disputado en cancha de Atenas y sigue invicto en la DTA.

Desde el 2006 que no se veían las caras, los dos equipos agotaron las 400 entradas que se le ofrecieron, rivalidad de barrio a flor de piel, jugaban el partido que todos quieren ganar.

Color y calor en la humeda noche de miércoles en Montevideo. Foto conjunta como señal de que la fiesta debía ser en paz, algo que por suerte terminó pasando en el gimnasio de Atenas.

Comenzó mejor el veinte, corriendo la cancha, con la fortaleza defensiva como bandera para hacer delirar a su público que alentaba a morir. A Miramar le costó meterse en partido, encontró en Colman el hombre para abrir la resistencia. Diego Silva y su tocayo Olivera apagados, bien controlados. Los de Revetria, sin ser nada del otro mundo dominaban el trámite. En el cierre, con buenos minutos de Leandro Blazina, el ingreso interesante de Gonzalo Pasini y los goles de Colman, pasó Miramar que cerró 19-18.

El segundo fue chatísimo. Poco juego. Los dos equipos jugaron muchos minutos sin base, lo que hizo que todo fuera un descontrol. Nadie pensaba, todos corrían. Elhordoy entró bien en el León, lectura de juego y algún gol cerca del aro, necesita fajarse más, pero al menos aportó visión de cancha. Buenos minutos de Ibarra, aparciones en cuenta gotas de Castrillón y Álvarez. El Bicho Silveira y Amaro entraron para aportar experiencia en el Mono, Olivera seguía peleado con el aro, Colman era el mejor. Un triple en el cierre de Araújo acercó a los de Blazina que se fueron 30-27 abajo al descanso largo.

Silva y Olivera sin puntos en los primeros 20 minutos, una de las principales razones del mal juego de Miramar. 25, sin ser mucho, fue bastante más.

Para el complemento el Monito arrancó con todo. El capitán asumió su liderazgo, además hubo buenos minutos de Pasini y Blazina para aportar intensidad defensiva y goles en ataque. Miramar colocó un 6-0 para controlar el score. Se sumó Leo De Pena con alguna bola de 6.75. Era superior el elenco de Blazina. 25 de Agosto sufrió la cuarta de Antunes, se olvidó de jugar, se dedicó a domar y no encontró argumentos para vencer la defensa oponente. Algo de Cococho e Ibarra, todo a impulsos individuales. El Cebrita entró al último 45-41.

Cuarto final donde, de movida, Miramar abrió 8 con De Pena como figura. Incontenible. 25 reaccionó, algún triple de Antunes, libres de Hernán Fitipaldo y apariciones de Ibarra, se llegó a poner a una bola pero desperdició chances de igualar.
El Monito comenzó a ganar las divididas, mucho rebote de ataque que le permitió goles de segunda oportunidad. La quinta de Ibarra fue un golpe que el León no pudo disimular. Se quedó sin gol, intentó pero falló en los caminos.
Miramar encontró una ráfaga de puntos de Diego Olivera, Silva asumió un poco más y De Pena siguió liderando. Un triple de oriundo de Sayago y bandejas seguidas del capitán sellaron el trámite y desataron la locura, ganó Miramar de forma justificada 79-61.

Su gente festejó el clásico, por la rivalidad y los años que hacía que no lo ganaba. Emoción merecida por un segundo tiempo donde el Cebrita fue más. El equipo sigue invicto y se sacó tres rivales directos de arriba. Apronta un partidazo ante Lagomar.

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