Unión Atlética le ganó a Sayago de visitante 82-72 con un enorme debut de Christian Clarkson.
Hace un par de años, Unión Atlética en el gimnasio Roberto Moro perdió un partido que lo dejó al borde del descenso, hecho que se consumó una fecha más tarde en su cancha ante Tabaré.
Aquel día, en Ariel y la vía, el hincha azulgrana hizo una fiesta dentro de una situación dolorosa, dio un indicio de sentencia dictada e ilusión de algún día volver, con más fuerza. Anoche fue a buscar lo que aquel día perdió, y se sacó una espina; por el escenario, el rival y la tranquilidad de consolidarse como candidato tras un triunfo tan trabajado como festejado.
El partido fue vibrante, emotivo. El duelo de hinchadas previo ya marcaba que no era una noche más. Se enfrentaban los dos mejores planteles del certamen y ambos sabían que, a pesar de estar disputando la cuarta fecha, había mucho en juego.
Robinson y Lalo Fernández le dieron un 5-0 a Sayago. La visita comenzó abollando el aro de afuera, cuando entendió que debía ir hacia adentro encontró red. Presión defensiva, robos y corridas como factor dominante para colocar un 9-0 y hacer delirar a la número 6.
Perdomo recordó que la UA de afuera había comenzado con malos porcentajes y se replegó en zona. Primero Balbuena y luego Tortajada castigaron a distancia para sacar 11 (21-10). Estupefacto el Gato fue a la mesa y paró el partido. El rezongo hizo efecto y a la vuelta hubo un 8-0 rapidísimo (claves Lalo y Mackiewicz) para ponerse a una bola. Con un libre de Clarkson el azulgrana cerró 22-18, con el reparto de goleo como escalera al éxito.
Para el segundo, Mackiewicz tomaba a Clarkson y cuando lo superaba Shelman saltaba en la ayuda, estrategia sin utilidad. El Pepe se llenó de fouls y se fue al banco, con De Pena de interno jugó mejor el local.
Los dos se plantaron en zona 2-3, bajó el goleo. Salió Shelman de flojo primer tiempo y Sayago increíblemente encarriló el funcionamiento. Otra vez los lanzamientos a distancias fueron claves, dos de Perdomo y otro de Fernández para pasar.
Un robo con corrida de Cortizas le daba ventaja a UA al cierre, pero aparecieron dos libres de Robinson que, con más prolijidad en la barba que en el juego, aportó su granito de arena para irse 34-33 al descanso largo.
Tras el mismo, Sayago salió decidido a cargar la pintura rival con sus extranjeros, lo hizo bien hasta que Robinson se comprometió con 4 personales. Shelman pareció quedar solo, pero tenía su corazón al lado, ese que nunca lo deja tirado, colocó 12 puntos en el cuarto a puro empuje para dejar siempre a su equipo arriba.
En la UA gran pasaje de Gastón Semiglia y superlativo lo de Clarkson que con volcadas consecutivas hizo explotar a la hinchada azulgrana, el ex Larre también puso 12 en el chico.
Los de Perdomo se fueron con ventaja mínima al último, 53-52.
A pesar del 4-0 inicial de los de Nuevo Malvín, la lesión de Balbuena daba la sensación que dejaba a Unión sin su mejor integración para el cierre. Para colmo Shelman puso dobles consecutivos para volver a pasar.
En ese momento hubo una bomba clave de Cortizas y apariciones fundamentales de Semiglia corriendo la cancha y de Clarkson dañando adentro.
La UA tomó el control para no soltarlo más; el local era Shelman contra el mundo, poca ayuda del resto que se fue apagando como la luz de una vela.
En la fría noche, manito caliente de Mazzuchi, clave en el cierre con un doble de segundo tiro, un triple de la esquina y libres para sentenciar la historia.
Un antideportivo mal cobrado a Martín Perdomo empezó a decretar definitivamente la victoria azulgrana; esa que quizás no vale lo que pudo ser aquella de hace dos años, pero que sirve como pequeña revancha para sacarse una espina que tenía guardada.
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